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La importancia de diseñar entornos laborales inclusivos

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Aunque la estética es esencial, la real importancia de la arquitectura y el diseño de interiores se encuentra en su funcionalidad y en que cada uno de los usuarios pueda sentirse cómodo en su entorno. Por esta razón, al momento de diseñar un espacio laboral, hay que prestar atención a las necesidades particulares de quienes vayan a hacer vida en los ambientes.

La idea de diseñar bajo estándares que sirvan para “todos” está quedando en el pasado con rapidez porque cada persona necesita cosas diferentes, ya sea por su altura, su peso, edad o alguna discapacidad.

Sin embargo, hacer que los ambientes sean aptos para cada uno de los usuarios es factible y nada complicado. Estas son algunas de las maneras de hacer que un entorno laboral sea inclusivo, tomando en cuenta los requerimientos de cada persona.

Arquitectura sin barreras

La arquitectura sin barreras es un concepto que se refiere a la creación de espacios incluyentes, en donde cada una de las áreas en un ambiente sea accesible fácilmente para todos sus usuarios.

Este sistema de diseño se basa en normativas internacionales para la inclusión de personas con movilidad reducida y otros tipos de discapacidad. También para hacer cómodos los espacios de trabajo, tomando en cuenta las medidas antropométricas y los principios de ergonomía.

En un sentido más práctico, al momento de diseñar entornos laborales más inclusivos es esencial ofrecer condiciones para que el uso de cada espacio no sea un problema para ninguno de los empleados.

Con algunas modificaciones constructivas y con la ayuda de equipos tecnológicos, es posible hacer que cualquier lugar sea completamente inclusivo bajo los términos de la arquitectura sin barreras. Estos son algunos de los aspectos que hay que tener en cuenta:

Accesos

Cada una de las entradas debe estar libre de obstáculos; si hay algunos escalones, se deberá colocar una rampa con la inclinación adecuada para que alguien en silla de ruedas pueda subir con facilidad y sin ayuda. En cuanto a los timbres o cualquier otro tipo de dispositivo de control de acceso, deben estar a una altura cómoda para personas con movilidad reducida y tener la señalización necesaria para personas invidentes.

Escaleras

Las escaleras son la principal barrera para personas con movilidad reducida, por lo que cualquier edificación de uso comercial o laboral de más de un nivel debería tener un elevador. Si se trata de edificaciones más pequeñas en donde no es posible colocar un elevador, una solución son las sillas salvaescaleras.

Estas se pueden instalar en cualquier escalera y son muy fáciles de usar, permitiendo que personas con discapacidades motoras, personas de la tercera edad o cualquiera que no pueda subir o bajar por sí mismo los escalones, pueda acceder sin problemas a los espacios. Las sillas salvaescaleras son perfectas para hacer que cualquier ambiente sea inclusivo, desde una vivienda hasta un navío.

Circulaciones

Dependiendo de la capacidad de los ambientes, es necesario que cuenten con pasillos y espacios de circulación lo suficientemente amplios para evitar aglomeramientos y que sea cómodo para usuarios en sillas de ruedas. Las puertas también deben tener el tamaño correcto para que los usuarios con limitaciones de movilidad puedan entrar sin problemas.

Los pisos deben ser de una superficie antideslizante; en caso de existir algún desnivel, será necesario indicarlo con alguna textura para los usuarios con discapacidades visuales.

Los espacios de trabajo

Con respecto a las estaciones de trabajo son muchos los factores a considerar para que el espacio sea cómodo para cada usuario. Pero lo básico es que se usen sillas ergonómicas cuya altura pueda ser regulable, tanto en el asiento como en el respaldo y que cuenten con soporte lumbar.

Los escritorios deben tener una altura mínima de 70 centímetros; si es posible, utilizar escritorios con altura regulable para que las personas altas puedan trabajar cómodamente. Además, el monitor de la computadora debe estar elevado a la altura de los ojos. Es importante consultar las normativas de diseño de estaciones de trabajo para conocer más información.

Sanitarios

Por último, cada entorno laboral debe contar con un baño adaptado según las normativas de seguridad para personas con movilidad reducida. En la mayoría de los casos puede tratarse de un solo baño con acceso independiente para hombres y mujeres. Estos baños también deben estar equipados con barras de apoyo y tener suficiente espacio para que dos personas puedan moverse fácilmente.

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